
Son códigos de barras que almacenan información. Los dispositivos capaces de capturar imágenes (por ejemplo un smarthone o una tableta) descifran el código y nos trasladan directamente a un enlace o archivo. Tan fácil como hacer una foto al código QR y dar el salto al contenido que se oculta tras él.
Puedes hacer la prueba con este ejemplo, que te llevará a un vídeo explicativo sobre la labor de la OCU para defender a los consumidores:
Estos códigos debían ser interpretados con un lector especial, la irrupción de los teléfonos móviles inteligentes ha permitido su lectura a través de la cámara del dispositivo. Se toma una fotografía del código QR con la cámara del teléfono para obtener la información que contiene y un programa, que debemos instalar previamente, se encarga de leerlo.